En el Centro de primera acogida para mujeres sin hogar, Vivas Arquitectos persigue crear un espacio seguro e insuflar sensación de hogar mediante la concepción global del edificio.
por Marta Rodríguez Bosch
La casa como refugio fue uno de los primeros tipos de edificación de los que se ocupó la arquitectura. Un uso de abrigo y supervivencia inicial que luego fue ampliándose a otras expectativas residenciales y variedades tipológicas. Hogar es una palabra que define la casa o domicilio, aunque con una connotación de calidez asociada a su otra acepción de sitio donde se hace lumbre. El hogar es el lugar que nos protege de la intemperie con un plus de arropamiento y confort, tanto físico como psicológico. Y cuando es casa propia, se erige en el espacio de la intimidad, que experimentamos como el más particular.
Centro de primera acogida para mujeres sin hogar, en Barcelona, obra de Vivas Arquitectos.
En el proyecto para el Centro de primera acogida para mujeres sin hogar, recientemente construido en Barcelona, el despacho Vivas Arquitectos pone el foco en una arquitectura que brinde seguridad, socialización y un hogar, para la reinserción de personas que carecían de él. Que contribuya a sentir el espacio a habitar como algo que acoge, procura estabilidad y bienestar, como un “tercer cuidador”.
El nuevo edificio comprende centro de día y de noche para alojar a un centenar de mujeres sin hogar, y se alinea con un nuevo rumbo de atención social. Si hasta no hace mucho eran considerados equipamientos de emergencia para dar respuesta inmediata a necesidades básicas, hoy el planteamiento ha cambiado y el programa abarca el trato individualizado que acompañe a cada residente hacia los distintos recursos sociales, laborales, educativos o médicos, para la reconstrucción de su autonomía vital.
“Desde esta perspectiva – señalan en Vivas Arquitectos- y entendiendo el centro como una primera puerta para la reinserción de estas mujeres en la sociedad, el proyecto persigue los tres objetivos: generar un espacio seguro, espacios de socialización y sensación de hogar”.
El edificio, de consumo energético casi nulo, adopta diversas estrategias pasivas como la regulación de la entrada solar.
Con el posicionamiento del edificio en la parcela, los arquitectos delinean un jardín perimetral que actúa de filtro y da privacidad a las usuarias, favoreciendo ese espacio seguro. La elección de materiales cálidos en el interior y la escala doméstica propician maximizar la sensación de hogar, desmarcándose de otros equipamientos meramente asistenciales. Y mediante la articulación del proyecto a través de porches, galerías, terrazas y espacios de reunión, se fomenta la interacción entre las personas, como ámbitos de socialización. A la vez, conectan con el jardín exterior, en un entorno natural y amable donde hoy todavía la vegetación está creciendo. Así mismo, el proyecto ha tenido en cuenta un edificio de lectura simple y comprensión circulatoria, para facilitar el día a día de las usuarias y los equipos humanos que trabajan en el centro.
Con una superficie construida de 3.012 m2, Vivas Arquitectos lo ha diseñado como un elemento único: un prisma rectangular de 60 m de largo por 16 m de ancho, de tres plantas. Esa compacidad, no obstante, se ve vaciada para generar los porches, terrazas y otros espacios mencionados con los que sus autores desean crear “un edificio extrovertido que mira de dentro hacia afuera”. Y que han ideado como espacios intermedios de libre ocupación por las usuarias
Porches y galerías se han concebido como espacios de ocupación libre y de socialización.
La construcción emplea la madera contralaminada como sistema estructural de bajo impacto, minimizando la huella de carbono. Va revestido en su exterior con plancha metálica acanalada como protección. Con certificado Breeam Excelence, es un edificio de consumo casi nulo gracias a la aplicación de una serie de estrategias pasivas: alto grado de aislamiento que favorece el uso de la madera, toldos con regulación automática en función de temperatura e incidencia solar, etc.
Las terrazas y un entorno de vegetación contribuyen a la dimensión doméstica del centro.
El proyecto de Vivas Arquitectos acaba de recibir el Premio CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España) 2024, en la categoría de Premio profesión: Valores profesionales y éticos. Con un jurado que ha valorado “la honestidad de la concepción proyectual y de materiales, consiguiendo gran calidad en una arquitectura destinada al bienestar y la reconstrucción de la vida de las mujeres que la habiten. Un proyecto que persigue valores como dignidad, respeto, equidad y servicio a los ciudadanos”.
Todas las fotos: © José Hevia