¿Por qué utilizarla en pleno siglo XXI? A sus altos beneficios y propiedades como material, se unen nuevos desarrollos y productos que facilitan su empleo.
por Marta Rodríguez Bosch
Pabellones del Camping els Alfacs de Alcanar, Tarragona. Arquitectos Bajetgirame / Jaas_architects. Con productos de Fetdeterra. © Joan Guillamat
Se estima que aproximadamente un tercio de la población mundial habita en viviendas edificadas con tierra o derivados. En la base de todo se encuentra la tierra. Es muy próxima y, a la vez, ha devenido bastante ignota en la cultura occidental. Pues desde la industrialización, fue relegada por el uso de otros materiales como el acero o el hormigón. No obstante, a ella están retornado algunas arquitecturas contemporáneas como material de construcción, por considerarla altamente sostenible. En su favor se argumenta que beneficia al edificio y al usuario: es un material natural sin tóxicos, transpirable. Posee buena inercia térmica que deriva en ahorro de costes energéticos y contaminación. Y en el plano medioambiental, es bajo emisivo de CO2, no genera residuos, y si se desguazase el edificio, se reintegra al medio natural sin perjudicarlo. “Esto es una grandeza. Si lo comparamos con los ‘materiales de hoy’” resalta la arquitecta Maite Sainz de la Maza, de Fetdeterra, desde donde desarrollan y asesoran proyectos edificados con este material.
Tapialblock es un producto desarrollado en Fetdeterra, por la arquitecta Maite Sainz de la Maza y el ingeniero geólogo Macari de Torres. © Fetdeterra
El motivo de que el muro de tapial hoy tenga un empleo reducido, a pesar de sus virtudes, se debe según Sainz de la Maza, a que en el último siglo cayó en el olvido, y ahora es un gran desconocido: no se conocen cuáles son las tierras adecuadas, ni los sistemas constructivos, lo que conlleva mucha dificultad en la ejecución. “Todavía tenemos en el subconsciente que es un material pobre, usado por los que no tenían dinero para edificar con piedra... y las propias normativas no consideran la tierra como material de construcción”.
Para salvar los escollos de ejecución del tapial tradicional, con encofrado in situ, en Fetdeterra, esta arquitecta junto al ingeniero geólogo Macari de Torres han desarrollado Tapialblock. Una innovación en la evolución del tapial, a partir de un bloque de tierra de gran formato controlado en fábrica, que permite una construcción similar a la de otros bloques como el cerámico o el hormigón. Lo han formulado para dejarlo visto. “Hemos querido ir a la esencia del material”, señala. No obstante, es factible pintarlo o revocarlo. Su producto patentado se comenzará a producir ahora en países como Estados Unidos y Dubái.
Revoco de arcilla en el interior de un proyecto de los arquitectos Cristina Taberner y Antoni Solanas. © Curro Palacios
El revoco de arcilla es otra aplicación de la tierra en el sector de la construcción. Los arquitectos Cristina Taberner y Antoni Solanas lo han empleado en una de sus últimas obras por sus generosas propiedades: transpirable, regula la temperatura y humedad, no acumula carga electrostática, ni atrae el polvo. “Proporciona una calidad de aire interior que solo los materiales naturales aportan –señalan-. En una casa con paredes de arcilla la necesidad de ventilar se minimiza porque la pared tiene la capacidad de absorber CO2 y limpia el ambiente”.
Aunque se puede acabar con pintura de arcilla, las cualidades estéticas del mismo revoco, su textura y color, les llevó a dejarlo visto, apelando a otros sentidos. Resaltan la gran belleza de este material y la carta de colores variada de tonos terrosos o blanco con el caolín “En particular, con la técnica marroquí del Tadelak se consiguen estucos muy valorados en muros húmedos como pueden ser los baños”.
También se recurre al revoco de arcilla en proyectos de interiorismo en los que la calefacción radiante se coloca en las paredes. Actualmente las investigaciones en torno a la construcción con tierra abarcan la prefabricación de elementos de tierra, la industrialización del tapial, o la tecnología de Impresión 3D. También se indaga en las mezclas de tierra aligerada con pajas diversas, como en el proyecto SAVASCO, Grupo Interdisciplinar de Ciencia y Tecnología en Edificación ligado a distintas universidades europeas y entidades de arquitectura. Una de las propuestas contemporáneas para el tapial, que se ha convertido en gran referente de este sector, son los grandes paneles prefabricados de tierra en la arquitectura de Martin Rauch y sus edificios emblema en Austria y Suiza.
La motivación de Taberner y Solanas como arquitectos es el empleo de materiales saludables para las personas y el medioambiente. © Curro Palacios
Solanas y Taberner no comulgan con una visión competitiva entre materiales de construcción. Su enfoque se centra en estudiar cada caso y su contexto inmediato, sopesando ventajas e inconvenientes. “Creemos que lo que es innovación –puntualizan- es construir con materiales sin compuestos tóxicos para la salud y con el mínimo impacto ambiental. Cumplen con estos requisitos los materiales naturales, poco elaborados, propios de la arquitectura popular, vernácula o tradicional”.
La reivindicación de la tierra en la arquitectura contemporánea se alinea con la denominada Bioarquitectura. Y su razón de ser no es otra que establecer unas relaciones de equilibrio entre lo construido, el entorno y las personas que lo habitan, ahondando en la salud individual y global del planeta.